Caminaba por la calle distraida, en un ciudad que no era suya.
Levanto la cabeza al frente y vio una figura que le resulto familiar. Muy familiar.
Se cruzaron, se saludaron en forma cortez. Hablaron cosas triviales. Esas cosas que los adultos dicen cuando necesitan llenar los silencios. Palabras sin sentido. Preguntas que a ninguno le interesa su respuesta.
Se despidieron si más vueltas. Sin la promesa de un nuevo encuentro, ni llamados.
Cada uno siguio por su camino...
Y quedo en el aire la sensación de que nuevamente eran ella y el, por separado. Ya no mas "ellos", no más Nosotros.
Quedo flotando ahi el sabor a final, a cierre.
Otra vez volvian a ser dos simples desconocidos.
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