miércoles, 10 de septiembre de 2008

El ritual

Entró en la habitación. Cerro la puerta. Se ató el pelo en un cola bien alta, apretada, para que nada se salga de su lugar.
Tomó uno de los objetos ya conocidos, de los elegidos tantas veces; usado para el ritual, su ritual.
Predió la radio, así nadie de afuera podia escuchar que pasaba ahí adentro. En su mundo, en su cabeza.
Se arrodilló y con el objeto en la mano de un solo movimiento, ejecutado cantidad de veces, casi automático, despidió todos los demonios. Toda la bronca, la vergüenza, la impotencia, el miedo... Todos ellos estaban ahi, juntos, en el hinodoro...

No hay comentarios: